Los equivalentes de efectivo son valores de corto plazo, de gran liquidez, fácilmente convertibles en efectivo y que están sujetos a riesgos poco importantes de cambios en su valor; tales como: monedas extranjeras, metales preciosos amonedados e inversiones disponibles a la vista; tales como caja de ahorro, depósitos a plazo fijo en moneda nacional, extranjera o con mantenimiento de valor y otros.