Nació el año 1579 y falleció el 1647, era un Padre Jesuita encargado de llevar la contabilidad de determinados monasterios de su Orden. Publicó su trattato en 1.633 en Palermo.
Flori lleva a la contabilidad al grado más alto, que nadie supera hasta el ochocientos, declara seguir las orientaciones de Paciolo y especialmente de Pietra, cuya obra dice «no puede ser mejorada». Por tanto al igual de Pietra separa el concepto de «empresa” del de su “propietario», y explica lo que ahora se conoce como “teoria general» siguiendo a Pietra, o sea de acuerdo con fundamentos de Paciolo. Sin embargo: la exposición teórica, continúa siendo rudimentaria, es muy superior a la de dichos autores y lo mismo puede decirse de las explicaciones referentes a la mecánica contable.
Define el concepto «cuenta» diciendo que es «una o piu partite del libro, spttanti a qualche persona particolare o a qualche cosa surrogata». Y añade: “I debiti ancora e i crediti che si scrivono nei libri, non solo appartengano a persone, ma ancora a cose suposte o sia ananimati, come sono, nel libro dei mercanti, le loro mercantie e nel domestico, i granari, le cantinee in tutti la casa. E queste si chiamano cose suposte o surrogate, perche nella scrittura tengono in loughi de persone, dipositaire di quelle cose e si trattano e si maneggiano come si fossere tante persone».
En su obra por primera vez en Italia, se mencionan asientos compuestos, esto es, aquellos en que hay una o más cuentas deudoras y una o más cuentas acreedoras. Hasta entonces solo se preparaban asientos simples. Dice que el «balance de comprobación de sumas» puede prepararse en todo tiempo, para comprobar la existencia de errores de traspaso, pero que el verdadero «balance» es aquel que se hace al concluir el ejercicio con expresión de saldos de cada cuenta y con el «intento di vedere distintamente e con chiarezza lo statu delle cose nostre».
Flori redacta en el diario los asientos que ahora se llaman de regularización y cierre en forma casi igual a la que todavía se utiliza, con terminologia distinta. En los asientos de cierre y reapertura uso cuentas transitorias que, traducidas, equivalen a las de «balance de salida» y de «balance de entrada» que aún aparecen en algunas contabilidades actuales. No queda bien claro el criterio de Flori respecto a la valoración de las existencias.
Flori sigue y perfecciona la innovación de Angelo Pietra, de redactar «estados anuales» que permiten a la comunidad informarse, sobre la situación del patrimonio y los resultados de la gestión, sin necesidad de acudir al estudio del libro mayor.
El ejercicio inherente a las transacciones se cierra cada año, originando tres «estados”.
- Le espece e entrate generale (análogo al actual «estado de resultados”).
- L’esito generale di quest’anno (análogo al actual «balance”).
- Monastero nostro (relación detallada de las partidas que integraban la cuenta «capital”).