Si bien no es parte individual identificable dentro del riesgo de auditoría (podría formar parte del riesgo inherente o del riesgo de control), es muy importante considerar la existencia de incorrecciones materiales en los estados financieros debido al fraude. Corresponde al riesgo de un acto intencional cometido por uno o más individuos de la administración, de quienes tengan a cargo la dirección de la empresa, empleados o terceros, que conlleva el uso de engaño para obtener una ventaja injusta o ilegal.
El fraude, según la norma internacional de auditoría, NIA 240 «Responsabilidades del auditor en la auditoría de estados financieros con respecto al fraude», menciona que las distorsiones atribuidas al fraude pueden ocurrir por:
- Información financiera fraudulenta, y
- Malversación de activos (denominado también desfalco).
La información financiera fraudulenta puede implicar:
- a) Manipulación, falsificación, o alteración de registros o documentos.
- b) Supresión u omisión de los efectos de transacciones en los registros o documentos.
- c). Mala aplicación intencional de normas de contabilidad relativas a valuación, reconocimiento, clasificación, presentación o revelación.
La malversación de activos implica el robo de activos de una entidad y puede incluir:
- a) Falsificación de documentos.
- b) Robo de activos fijos o propiedad intelectual.
- c) Hacer que la empresa pague por bienes o servicios no recibidos.
- d) Utilización de activos para beneficio personal.
El auditor debe evaluar el riesgo de incorrección material que el fraude o error pueda producir en los estados financieros y deberá indagar ante la Gerencia si existen fraudes o errores significativos que hayan sido descubiertos.
Las condiciones o hechos que incrementan el riesgo de fraude y error incluyen:
- Cuestionamientos sobre la integridad o competencia de la Gerencia.
- Presiones inusuales, internas o externas, sobre la entidad.
- Transacciones inusuales.
- Problemas para obtener evidencia de auditoría suficiente y competente.
Basado en la evaluación del riesgo, el auditor debe diseñar procedimientos de auditoría para obtener razonable seguridad de que sean detectadas las incorrecciones producidas por fraude o error que tengan un efecto significativo en los estados financieros.
Para ampliar el tema, se sugiere consultar también la declaración sobre normas de auditoría SAS 99 «Consideración del fraude en una auditoría de estados financieros», del AICPA.