Son todos aquellos actos de comprar o vender bienes de cambio (mercaderías), bienes de uso (muebles, movilidades, maquinaria etc.), valores (acciones, bonos, etc.) y/o servicios (sueldos, alquileres, seguros, etc.) al contado como al crédito, suscitados en una empresa en determinadas fechas.
Al producirse estas transacciones en contabilidad, y particularmente aquellas habituales, dan origen a ciclos contables de una empresa. Por la dinámica de estas, los ciclos o circuitos contables, no se esperan a concluirse para dar inicio al siguiente, más por el contrario normalmente se superponen.
La duración de un ciclo contable u operativo está en función a la clase de actividad de una empresa, pudiendo ser de corta o larga duración. Si no es posible establecer el tiempo con facilidad, se establece que este es de un año.
Ejemplo: Una empresa comercial generalmente desarrolla, sin ser limitativas, las siguientes transacciones, que llegan a conformar ciclos o circuitos contables:
- Compra de bienes para uso, al contado y/o al crédito.
- Pago de los bienes comprados al crédito.
- Compra de servicios, al contado y/o al crédito.
- Pago de los servicios comprados al crédito.
- Compra de mercaderías al contado y/o al crédito, para su posterior reventa.
- Pago de las mercaderías compras al crédito.
- Venta de mercaderías al contado y/o al crédito.
- Cobro de las mercaderías vendidas al crédito.
- Venta de servicios, al contado y/o al crédito.
- Cobro de los servicios vendidos al crédito.
- Pago de remuneraciones y otros beneficios al personal.
- Pago de impuestos y otros de similar naturaleza.
- Obtención de préstamos.
- Pago de los préstamos obtenidos.
- Recepción y devolución de aportes efectuados por el o los propietarios.
- Distribución de excedentes (utilidades) a él o los propietarios (inversionistas).