A partir del siglo XIX, la contabilidad encara trascendentales modificaciones debido al nacimiento de especulaciones sobre la naturaleza de las cuentas, constituyendo de esta manera y dando lugar a crear escuelas, entre las que puede mencionarse, la personalista, del valor, la abstracta, la jurídica y la positivista. Además, se inicia el estudio de principios de contabilidad, tendentes a solucionar problemas relacionados con precios y la unidad de medida de valor apareciendo conceptos referidos ha: depreciaciones, amortizaciones, reservas, fondos, etc. El sistema de enseñanza académica se racionaliza, haciéndose más accesible y acorde a los requerimientos y avance tecnológico.
Además, se origina el diario mayor único, el sistema centralizador, la mecanización y la electrónica contable incluyendo nuevas técnicas relacionadas a costos de producción. Las crecientes atribuciones estatales, enmarcan cada vez los requisitos jurídico – contables, así como el desarrollo del servicio profesional.