La calidad promedio de salidas es un término aplicable a un procedimiento de muestreo que exige una inspección del 100 por ciento de cada lote rechazado, a fin de eliminar del mismo todos los artículos defectuosos, los cuales (cuando menos en teoría) se substituyen por artículos buenos. El término se aplica a la calidad del material que finalmente pasa a formar parte de las existencias. Los lotes aceptados salen de una fase de inspección, de hecho con la misma calidad que tenían cuando se sometieron a la misma. Los lotes rechazados, sin embargo, siempre mejoran de calidad al someterse a la operación de selección.
El resultado de mezclar lotes mejorados con los ya aceptados, es el de diluir el total de los rechazos que finalmente se incorporan a las existencias y establecer así una «calidad promedio de salida» (CPS) para los productos muestreados. Para cada plan de muestreo y para cada nivel de productos de entrada hay un valor CPS calculado, el cual se obtiene fácilmente con la curva CO (véase curva de características de las operaciones) para el plan. Trazando una gráfica de valores CPS sobre una escala de calidad de los lotes, proporciona una curva CPS, que muestra la forma en que esta característica varía de acuerdo con la calidad del lote.