NIA 330 Resumen

Respuestas del auditor a los riesgos evaluados

Introducción

La Norma Internacional de Auditoría (NIA) 330, «Respuestas del auditor a los riesgos valorados», es una norma que establece los requerimientos para que los auditores respondan a los riesgos valorados en las auditorías de estados financieros. Esta norma debe interpretarse conjuntamente con la NIA 200, «Objetivos globales del auditor independiente y realización de la auditoría de conformidad con las Normas Internacionales de Auditoría».

Objetivos

El objetivo principal de la NIA 330 es proporcionar orientación sobre cómo el auditor debe responder a los riesgos valorados durante una auditoría. Los objetivos específicos incluyen:

  • Identificar y evaluar los riesgos de incorrección material en las afirmaciones.
  • Diseñar y realizar procedimientos de auditoría adecuados para responder a esos riesgos.
  • Obtener evidencia suficiente y adecuada para respaldar las conclusiones del auditor.

Definiciones

La NIA 330 proporciona definiciones importantes para comprender la norma. Algunas definiciones clave incluyen:

  • Riesgo de incorrección material: La posibilidad de que haya errores o fraudes en las afirmaciones que puedan afectar significativamente a los estados financieros.
  • Afirmaciones: Representaciones hechas por la dirección en los estados financieros, como la existencia o la valuación correcta de activos y pasivos.
  • Procedimientos sustantivos: Procedimientos diseñados para detectar errores o fraudes en las afirmaciones.

Requerimientos

La NIA 330 establece varios requerimientos importantes que los auditores deben cumplir al responder a los riesgos valorados. Algunos de estos requerimientos incluyen:

  • Identificar y evaluar los riesgos de incorrección material en las afirmaciones.
  • Diseñar y realizar procedimientos sustantivos adecuados para responder a esos riesgos.
  • Considerar la naturaleza, el momento y la extensión de los procedimientos de auditoría necesarios para obtener evidencia suficiente y adecuada.
  • Evaluar la suficiencia y adecuación de la evidencia obtenida durante la auditoría.