El activo realizable es un activo circulante normalmente convertible en efectivo o numerario dentro de un plazo relativamente corto, como, por ejemplo, un mes. Ejemplos: caja y bancos; un préstamo pagadero a la vista; un valor bursátil de fácil venta; la cuenta de un cliente; un artículo susceptible de venderse en seguida a precios cotizados en el mercado.
En contabilidad, un activo realizable es un activo que se espera convertir en efectivo dentro de un período de tiempo relativamente corto, generalmente un año o menos. Los activos realizables incluyen cuentas por cobrar, inventario, inversiones a corto plazo y otros activos a corto plazo.
Las cuentas por cobrar son los montos pendientes de cobro a clientes por bienes o servicios vendidos a crédito. El inventario es el costo de las mercancías que una empresa tiene para la venta. Las inversiones a corto plazo son inversiones que se espera liquidar dentro de un año o menos. Otros activos a corto plazo incluyen efectivo y equivalentes de efectivo, anticipos a proveedores y gastos pagados por adelantado.
Los activos realizables son importantes para las empresas porque representan recursos que pueden ser convertidos en efectivo para pagar deudas, hacer inversiones y cubrir gastos imprevistos. La cantidad de activos realizables que tiene una empresa es un indicador de su liquidez, que es la capacidad de una empresa para pagar sus deudas a corto plazo.